Un saludo especial para todas las madres, en este día que se ha apartado para reflexionar sobre su gran importancia en nuestras vidas. Se les debe honrar todos los días, pero hoy es un día para hacerlo explícitamente.
A nuestras matronas zapotecas, que no solo cuidan a sus Badu Huini, que significa semilla sagrada, sus hijos son la semilla sagrada que cuidan y orientan para que sean hombres y mujeres de bien; también cuidan a los Badu Yosho, sus maridos, que aunque fuertes, muchas veces, requieren de la oportuna intervención de la esposa en los asuntos que se le complican.
A nuestra madre no solo le debemos la vida; ella elige nuestra lengua: en la lengua que nos hable de niños, esa será la lengua que heredaremos, con todo lo que ello implica: cultura, cosmogonía, etc.: si nos habla en español, hablaremos español; si nos habla en zapoteco, hablaremos zapoteco; a veces nos habla en una combinación de ambas lenguas, bueno pues, así aprendemos a hablar ese raro idioma combinado del zapoteco- español; pero también nos habla con otra lengua: la lengua del amor. Ella nos forma en el amor, por eso todos los Badu Huini somos nobles; cuando crecemos, la influencia del ambiente nos va cambiando y olvidamos nuestra inocencia y poco a poco le vamos generando dolor a su corazón.
La madre difícilmente concilia el sueño si el hijo no ha llegado a casa y ante cualquier dificultad de la vida, ella siempre está dispuesta a dar su vida por el hijo.
Nuestra madre merece nuestro mayor respeto y la primera gran promesa de la biblia dice: “Honra a tu padre y a tu madre y tus días se alargarán sobre la tierra” pocos la entendemos.
Hoy, pues, quiero rendir un homenaje a las madres en su día.
Mi madre ya descansa en el mundo de la Eternidad. Elevo una oración por ella.
Quienes aún la tienen consigo, apapáchenla, disfrútenla. No hay mejor experiencia.
Saludos cordiales.
Un fuerte abrazo que abrace a todos.
C.P. José Antonio Marín López
Día de las madres 2021, Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza.
