Ramón Bragaña
Xadani, Oax.- Para Samuel, Vicente y Andrés niños zapotecas de la comunidad de Santa María Xadani, localizada al siete kilómetros al sur de Juchitán en el Istmo de Tehuantepec, las tabletas, celulares y las consolas de video, no forman parte de sus juegos preferidos, para ellos la sombra de un pequeño árbol de almendra, y un patio, bastan para practicar el tradicional juego de canicas.
A sus once años, Andrés después de desayunar y hacer algunos deberes y mandados en su casa, agarra su bote de canicas y sale corriendo a la casa de la esquina de la cuadra, ahí como todas las mañanas Samuel y Vicente lo esperan para jugar de “per“.
Señalando un pequeño bote de plástico lleno de canicas, Andrés comenta que es el resultado de una semana de jugar con sus vecinos. “Este bote que vez de canicas, se los gané nada más a ellos, llevamos una semana que empezó la temporada jugando y ya casi no les quedan canicas“, refirió
Mientras juegan, el zapoteco su lengua materna, se convierte en el idioma con el cual alegran el juego.
Cuestionados porqué no juegan con artículos tecnológicos, los tres comentan que no les llama la atención, “A nosotros nos gusta más andar jugando con canicas, trompo o papalotes, dependen de la temporada, los celulares nos aburre“, comentó
A diferencia de niños de otras comunidades en el Istmo de Tehuantepec, estos niños zapotecas mantienen vivos los juegos tradicionales, de acuerdo a Vicente, será el próximo mes cuando dejen las canicas guardadas para comenzar la temporada de trompo.