Ramón Bragaña
San Pedro Tapanatepec, Oax.- La falta de oportunidades laborales, la delincuencia y el asesinato de su marido y el no tener el dinero suficiente para darles de comer a sus hijos, orillaron a Karla López y a sus cinco hijos a huir de Honduras, sin la oportunidad de poder ir a la escuela, aprendió el oficio de costurera, con el cual trabajó hasta hace tres meses en una de las tantas fábricas que se localizan en aquel país centroamericano.
Hoy forma parte de este éxodo migrante que ha llegado a tierras oaxaqueñas, después de recorrer 860 kilómetros, ella junto con sus hijos se encuentra ya en la ruta de poder alcanzar la meta, lograr ingresar a territorio norteamericano a través de la frontera de Tijuana.
“No es fácil viajar con cinco niños, no llevamos suficiente dinero, así que tenemos que ir pidiendo algunas monedas mientras vamos caminando, la verdad en esta ocasión no hemos recibido mucha ayuda, pero yo tengo una meta: llegar a Estados Unidos”, refirió
Karla junto con sus menores encontraron un pequeño rincón en el parque central de San Pedro Tapanatepec, donde con ropa y cartón, improvisaron un pequeño campamento, ahí acurrucados descansan y recuperan fuerzas para seguir avanzando.
“Las pandillas me mataron a mi esposo, soy viuda, en la fábrica donde me trabajaba haciendo pantalones de mezclilla me despidieron junto con otras compañeras, según porque había bajado la producción y eso me dejó sin trabajo”, comentó
Hoy tiene un objetivo, llegar a como dé lugar a los Estados Unidos, a pesar de saber que el inquilino de la casa blanca no les permitirá la entrada a su país.
“Yo tengo la fe en Dios que me dejará llegar con mis hijos a Estados Unidos, es la única forma de poder sacar adelante a mis hijos, por ellos doy la vida”, indicó
Hoy este grupo de migrantes dejaron San Pedro Tapanatepec para avanzar en su recorrido hacia la zona norte del Istmo de Tehuantepec y con ello llegar al Estado de Veracruz.
