Juchitán

CELEBRA JUCHITÁN LA VIDA Y OBRA DEL POETA DIONISIO HERNÁNDEZ RAMOS 

Juchitán, Oax.-Entre versos, canciones y anécdotas salpicadas con besos de mezcal, transcurrió el tributo de los amigos a la memoria del poeta gulucheño Dionisio Hernández Ramos, en el marco de su sexto aniversario luctuoso. 

La velada desarrollada en el patio de la Biblioteca “Gabriel López Chiña” fue organizada por el Gobierno juchiteco, el Ayuntamiento zanatepecano y el IEEPO, y congregó a familiares, escritores y artistas que celebraron la vida y la poesía del homenajeado.

Al acudir en representación del alcalde Miguel Sánchez Altamirano, el director municipal de Cultura, Jorge Magariño, señaló que el evento fue una feliz coincidencia de dos pueblos para recordar la cadencia del verso de Hernández Ramos. 

De su lado, la presidenta de Zanatepec, Tania Escobar Rivera, acompañada por la regidora de Educación y Cultura, Ángeles Sánchez Velásquez, celebró que Dionisio haya logrado unir a Juchitán y Zanatepec a través de su obra literaria.

Enseguida, el escritor ixhuateco, Manuel Matus, apuntó que las y los gulucheños tienen a su poeta en Dionisio. Subrayó que él siempre fue fiel a sí mismo y a su origen, aunque viviera en otra tierra, como ocurrió en Juchitán, donde escribió su obra más interesante. 

Matus también exaltó la constancia y entrega de Dionisio como poeta; enfatizó que su obra es una búsqueda poética a través del tiempo.

A su comentario le siguió la magistral interpretación de Israel Vicente, que compartió con el público el lirismo de sus primeras composiciones, entre ellas, “Sol de alas anchas”.

Guillermo Petrikowsky Reyes, escritor ixtepecano y amigo cercano de Dionisio, relató episodios de su primer encuentro con el escritor del “Sueño de la Batanda”. A su vez, el poeta espinaleño José Alfredo Escobar dio lectura a dos poemas de su autoría y contó una alegre anécdota de cuando el poeta zanatepecano le plantó una cachetada al dueño de un bar en la ciudad de Oaxaca, pasaje que provocó la risa entre los asistentes.

El momento más esperado fue la lectura de poemas de Dionisio en la voz de Ricardo Nivón, quien con emotiva precisión reconstruyó el ritmo del verso libre del llamado Rey Gululush, con una entonación impecable de poemas como Sinfonía de angustias, El Sueño de la Batanda y El niño que come luna, entre otros.

Familiares, amigos y admiradores estallaron en un prolongado aplauso, que selló una noche plena de reminiscencias de la vida y obra del poeta gulucheño en los noventas, una época en que el arte y la cultura vivieron uno de sus mejores momentos en Juchitán. 

Al término del evento, la presidenta Tania Escobar y Jorge Magariño entregaron sendos reconocimientos a los participantes, para enseguida degustar tamales, café, panecillos y una que otra copa de generoso mezcal.

Estuvieron presentes las concejales Rosa Elvia Regalado Pérez, Samara Terán López y el delegado de Servicios Educativos del IEEPO en el Istmo, Luis Miguel Ramírez Castillo, quien acudió en representación del director general del organismo, Emilio Montero López.

Dionisio Hernández Ramos nació en Zanatepec, el 28 de julio de 1947 y falleció en Salina Cruz, el uno de agosto de 2017. Entre sus obras destacan: El Sueño de la Batanda, El Niño que Come Luna y Fuego de un Mismo Árbol.

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