La pandemia, obliga a dar seguimiento de los avances e investigaciones que en la materia realizan cada uno de los países a escala global para encontrar una vacuna eficaz contra del SARS-CoV-2 o COVID-19.
En ese sentido, he seguido puntualmente las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) cuyas posturas son en su mayoría coincidentes y en algunas discordantes.
Este martes, ambos organismos que a mi parecer traen a cuestas el mal manejo de la pandemia desde el comienzo, por lo menos así lo han expresado mandatarios de varios países y expertos. Salieron en posturas conjuntas, en una reacción que llamaría virulenta, desacreditando los avances que Rusia parece tener con respecto a una posible vacuna y que el presidente del país Ruso Vladimir Putín anunció que su propia hija probó en ensayos clínicos.
Sin adentrarme a los protocolos que cada país tiene con respecto a la autorización del resultado de sus investigaciones para uso en humanos pues esto depende de la normatividad de cada uno de ellos. A mi parecer, de corroborarse el avance que Rusia ha dado con respecto a una vacuna eficaz contra el SARS-CoV-2 o COVID-19, la acción apresurada de salir a los medios por parte de los representantes de la OMS y OPS y, en los hechos desacreditar lo que parece ser el resultado de una investigación que podría ser un paso significativo en la lucha contra esta pandemia, siento que deja mucho que desear de un organismo internacional que debería estar ávido de respuestas positivas.
Por ejemplo, el portavoz de la Organización Mundial de la Salud Tarik Jasarevic expresó a pocas horas del anuncio “Que es necesario seguir invirtiendo y acelerando el desarrollo de tratamientos y vacunas sanas y efectivas…”. Por su lado también el portavoz de la Organización Panamericana de la Salud OPS doctor Jarbas Barbosa, manifestó que “No adquirirán vacunas que no hayan pasado por el filtro de la Precalificación marcando por la propia OPS”.
Ambas posturas hoy coincidentes sin duda llaman a la suspicacia si consideramos que:
Para la OMS, el proyecto de la vacuna Rusa, no estaba en la lista de los seis más avanzados que mencionó la semana pasada y que incluía tres vacunas en China, dos en Estados Unidos y una de la Universidad de Oxford.
Que casualmente, los mayores financiadores de la OMS son Estados Unidos en primer lugar, seguido por dos entes privados, (la fundación Bill y Melinda Gates) y (GAVI), está última, una asociación en la que participan organizaciones de los sectores público y privado que buscan incrementar el acceso que tienen a las vacunas los 73 países más pobres del mundo. Le siguen en orden de inversión el Reino Unido y en opinión del presidente Trump, China, que tiene según el mandatario norteamericano control absoluto sobre la OMS pese a que solamente paga US$40 millones al año, comparado con lo que Estados Unidos ha estado pagando. (Situación que generó la amenaza de EU de retirar su financiamiento al organismo hace unos meses).
Entonces, siendo Rusia, de los países que no figuran como los grandes inversores en la OMS, el salto que parece haber dado, pone en jaque a toda la industria farmacéutica principalmente a las de Estados Unidos y sus países aliados por lo siguiente.
Las farmacéuticas de Estados Unidos reciben recursos públicos para sus investigaciones pero no están sujetos a una regulación de precios, caso contrario a lo que sucede en la unión europea cuyo parlamento (europeo), estableció para el caso, que la vacuna financiada con recursos públicos debe permanecer en el dominio público, caso contrario a lo sucedido en EU, donde los demócratas perdieron en el parlamento, la aprobación de una enmienda que pretendía regular los precios de una posible vacuna contra el SARS-CoV-2 o COVID-19 financiada con recursos publicos a empresas farmacéuticas.
Este llamado, el de evitar un acaparamiento masivo de una futura vacuna contra el SARS-CoV-2 o COVID-19, se han sumado decenas de países como Costa Rica quien hizo una propuesta a la OMS para crear un fondo común a nivel mundial que garantice el suministro de encontrase una cura, así como México quien a través del presidente Andrés Manuel López Obrador en la reunión del G-20 propuso garantizar la distribución de una futura vacuna y evitar el acaparamiento de los países con mayores recursos.
Entonces, ¿porque la OMS, OPS y medios internacionales reaccionaron con virulencia ante el anuncio del presidente Vladimir Putín?.
Una de mis conclusiones es, la decisión del gobierno de EU de suspender la financiación a la OMS, pues derivado del conflicto comercial permanente de EU con China y Rusia a quienes culpa también de interferir en sus procesos internos, obliga a la OMS a no confrontarse con su principal financiador, por ello si reconociera la OMS el logro Ruso anunciado por el Kremlin, sin duda traería una reacción inmediata del presidente Donald Trump hacia la organización internacional.
Otra razón que también considero, es el poder de los inversionistas privados que también financian a la OMS, por ejemplo La farmacéutica Inovio, es financiada por Bill y Melinda Gates. Esta farmacéutica, recibió apenas en el mes de abril, la autorización de la FDA en Estados Unidos para probar una vacuna contra el covid-19 en humanos entrando en una de las últimas fases. Recordemos que la fundación Bill y Melinda Gates son los segundos mayores financiadores de la OMS, lo que nos deja pensar que de ser confirmada la efectividad de la vacuna anunciada por el gobierno Ruso, la empresa Gates de lograr su objetivo, quedaría fuera de la exclusividad del comercio total de las vacunas.
Concluyo, si bien es importante que la vacuna o vacunas que pueden combatir al SARS-CoV-2 o COVID-19 deben probar su eficacia y seguridad para los seres humanos; también los es que los organismos internacionales que reciben recursos públicos de las naciones y cuya función es garantizar la salud de todos los que habitamos este planeta, dejen de ver sus intereses monetarios por encima de la vida y salud de toda la humanidad.
Sin duda que se deben confirmar resultados, lo lamentable sería que a costa de intereses económicos, se retardé la utilización de alguna vacuna que puede comenzar a salvar la vidas. El tiempo lo dirá y en su oportunidad, la humanidad juzgará.
